Cada día la arquitectura se introduce más en el mundo del arte: el diseño de una estructura en particular se convierte en una experiencia que busca innovar y trascender estéticamente. Muchas veces las exigencias creativas que propone este arte superan los límites de lo posible y dejan como resultado proyectos que raramente se plasmarán en el mundo físico. En Stop Art nos hicimos nuestra propuesta arquitecturas imposibles esta vez con una intervención en el espacio público bogotano, en donde nos preguntamos qué pasaría si viniera una de las famosas esculturas de Jeff Koons a Bogotá.