La nueva campaña publicitaria del MAMBo ha causado revuelo desde el momento en que vio la luz, y es que su atípica manera de llamar la atención no podía pasar desapercibida. Todo empezó con un enorme letrero el pasado domingo que anunciaba que el MAMBo estaba disponible para ser arrendado y, a partir de ahí, muchas personas comenzaron a manifestarse al respecto y a expresar su inconformidad ante el “cierre” del museo.
Esta no ha sido la primera y, ciertamente, no será la última vez en la que un museo esté en la boca de todos gracias a una publicidad creativa, pues hoy en día una común no basta para atraer al público diverso: hace falta un anuncio que resuene en las personas por su originalidad y su astucia.
A continuación les presentamos tres ejemplos de museos alrededor del mundo que lograron hacer mucho ruido con sus anuncios así como el MAMBo lo hizo en Bogotá:
Museo de Orsay y Museo de la Orangerie
(1) «Lleva a tus hijos a ver niños malcriados».
(2) «Lleva a tus hijos a ver superhéroes en 3D».
(3) «Lleva a tus hijos a ver gente completamente desnuda».
(4) «Lleva a ver a tus hijos ni Rápidos ni Furiosos».
Esta campaña, promovida por el Museo de Orsay y el Museo de la Orangerie en París, se componía de referencias juveniles (como Rápidos y furiosos) acompañadas por obras que hacen parte de la colección permanente de ambos. Con esto buscaron hacer una invitación para que las familias francesas asistieran a los museos en compañía de los más pequeños. La campaña fue titulada «Lleva a tus hijos a Orsay y a la Orangerie, es la infancia del arte».
Museo de Arte de Filadelfia
(izq.) «Esta se ve como tu madre».
«Sí, solo que ella está sonriendo».
(d.) «¿Qué piensas?»
«Pienso que está criticando a alguien seriamente».
El año pasado el grupo Brownstein lanzó una campaña publicitaria titulada «A Surprise at Every Turn» (Una sorpresa a la vuelta de cada esquina), en donde se invitaba a muchas personas (que no necesariamente tenían que ser conocedores de arte) a asistir al Museo de Arte de Filadelfia en Estados Unidos. La campaña, que se distribuía por medios digitales y audiovisuales, hacía especial énfasis en que el arte cambia según su receptor, que es algo personal y que puede ayudar a que el espectador ejercite su imaginación. Tanto los carteles como los videos que promocionaban el museo tenían imágenes de las obras de arte junto a los pensamientos o conversaciones de las personas acerca de aquellas obras.
«¿Para qué usarías eso?»
«¿Para qué no lo usaría?»
«Me encanta esto».
«¿En serio? Yo lo odio».
«Eso es una locura».
Museo de Ouidah
Cuando se inauguró el Museo de Ouidah en la costa de Benín, África, los fundadores vieron la oportunidad para realizar una campaña publicitaria que dejara claro el porqué este museo se diferencia de otros museos de arte moderno y contemporáneo en el mundo entero. Esta campaña, que estuvo a cargo del grupo francés Havas Paris, se trataba de poner en descubierto los defectos de otros museos. Entre estos, estaban nada más ni nada menos que el Guggenheim y el Tate. Originalmente, la campaña estaba en francés. A continuación, la traducción de algunas de las imágenes:
«NY, Bilbao, Venecia… Francamente, cuando ya has visto un Guggenheim, ya los has visto todos».
«¿El Palacio de Tokyo? Pasamos mucho tiempo allá. ¡La mejor hamburguesa Thai de toda la ciudad!»
«Odiaría ser la persona que se encuentre debajo del nuevo museo el día en que se caiga».
«El edificio es tan viejo que tuvieron que escribirle Moderno luego de Tate«.