Posiblemente al hacer memoria de grandes artistas colombianos se recuerde a Grau, Obregón, Botero… ¿y dónde están las mujeres?. Por esta razón le rendimos homenaje a estas genias del arte nacional cuyas apuestas por el color, las temáticas y técnicas son impresionantes secretos que no deberían ser tan secretos.
Débora Arango
Débora Arango Pérez, pintora expresionista y acuarelista. Fue la primera pintora colombiana en pintar desnudos femeninos.
Rebelde y polémica, Débora era una crítica social de su época: pintó obreros marginados, monjas, prostitutas, mujeres relegadas. Mediante sus obras interpretó y denunció la realidad cotidiana de una sociedad llena de prejuicios ancestrales violentos.
Fue la primera mujer colombiana que se atrevió a pintar desnudos por lo que fue duramente criticada, también lo fue por los retratos de conocidos políticos pintados con formas de animales.
María Isabel Rueda
María Isabel Rueda, cartagenera pionera del «Gótico tropical», maestra en artes plásticas, ha realizado residencias y exposiciones alrededor del mundo.
Para el curador del Museo de la Tertulia, lo más fascinante en el trabajo de María Isabel es el misterio que ronda sus colores, sus fondos y personajes, cosa que aclara que hay muchas cosas que no se entienden de la vida.
Marta Elena Vélez
Marta Elena Vélez nació en Medellín en 1939. Durante 1955 estudia en el Instituto de Bellas Artes de Medellín con el maestro Rafael Sáenz. Era la única mujer del grupo. Saénz les enseña perspectiva, volumetría, color y desnudo de forma clandestina.
Los formatos, la técnica y los recursos son diferentes. Desde cuadros en óleo, hasta maletas, manteles y telas, pasando por videos y esculturas.
Parte de los Once Antioqueños (grupo de artistas que en los años 60 fue destacado en el arte nacional) Marta Elena construye en cada una de sus obras un mundo propio, en el que plasma sentimientos y situaciones que se originan en la alegría, la soledad, la sensualidad, la libertad, el erotismo y el dolor.
Ofelia Rodríguez
Ofelia Rodríguez, barranquillera ganadora del 31 Salón Nacional de artistas. Aunque creció en el Caribe colombiano su carrera evolucionó en el exterior.
El tema de la identidad cultural es su narrativa central. En toda su obra destaca e incluso exagera de manera consciente los clichés que conllevan sus raíces tropicales con lo exuberante o el colorido chillón.
Sus pinturas y esculturas también tratan el tema del sincretismo religioso y la abundancia en la fauna. Sus formas y símbolos dan cuenta de sus influencias caribes y afrodescendientes que se construyen desde de lo femenino y lo masculino, principalmente, la condición de macho frente a la imagen de la mujer, frívola y boba, que subyacen en la cultura tropical latina.
Trixi Allina
Trixi Allina establece nuevas relaciones con el ámbito de lo público. Su obra habla de la relación entre el arte y la etnografía abordando las prácticas de la vida cotidiana mediante experiencias de documentación como fotografía, dibujo y escritura.
Es miembro del Capítulo de Antropología de la Universidad de los Andes, artista plástica y antropóloga con Magíster en Antropología.