Fotos: Esteban Valencia – Texto: Ana Patricia Gómez
La muestra “La idea y el objeto” del artista Jorge Ortiz presenta su obra reciente en torno a la fotografía. Mediante enunciados de una palabra, o dicotomías, el artista se apoya en el lenguaje para dirigirse a objetos, actos o sensaciones denotativos de la tradición fotográfica y de sus procesos.
Su objetivo no es la imagen fotográfica, sino lo que acontece por medio de ella. Las palabras escogidas encarnan ideas de lo que concierne al hecho fotográfico. En 36 intaglios (blancos) aparecen como fantasmas ideas de acción, dirección, o lugar.
Hace referencia además a los elementos y procesos del oficio, como si al evocar estos elementos se elevara un conjuro contra el olvido. La esencia de la práctica fotográfica en su dimensión senso- rial e intelectual es llamada a la escena, como son los objetos y los materiales del ya histórico laboratorio que fueron antes los estandartes del oficio.
En el libro ‘On Photography’, Susan Sontag señaló el problema filosófico de como se percibe la realidad y se logra el conocimiento. Señaló los efectos de la fotografía en el contexto de una estética moderna, así como la diversidad de sus usos: herramienta, industria u actividad que impone una manera de ver el mundo y alterar la realidad. Para ella, tomar una fotografía era apropiarse de la cosa fotografiada. En la muestra ‘Idea y objeto’ se le propone al espectador salir del campo de la imagen para situarse en el ámbito del pensamiento, de la idea. Ya planteó Heidegger que preguntar qué es pensar equivale a determinar que lo que debe ser pensado.
En consecuencia, indagar por el sentido de las palabras sueltas de Ortiz es preguntarnos como es que a partir de ellas se construye una idea de lo ‘fotográfico’.
Así, las imágenes-acciones específicas que saltan de los textos nos remiten al orden semiótico, es decir, al estudio de los signos y a su interpretación. Como ejemplo, ‘mirar – percibir’, en el mensaje que nos envía Ortiz, surge la noción de conciencia como primeridad.