Fotos y texto: Laura Rocha – Banner: Ryoji Hayasaka
Cada año en las capitales de la moda las grandes marcas celebran la industria y exponen las colecciones a venir para la siguiente temporada. La periodista Laura Rocha transmitió para StopArt desde el desfile diseñadora Shiatzy Chen durante la Fashion Week en Paris. Este desfile de la colección de temporada otoño/invierno, “guardian”, tuvo lugar en el museo Palais de Tokyo.
Durante esta esperada semana, el Palais de Tokyo se vuelve museo no sólo del arte sino de la moda al igual que muchos otros museos y galerías. Muchos admiradores de la marca la llaman el Chanel de China, sin embargo la diseñadora describe su estilo como “Neo-Chinese-Chic”, una fusión entre oriente y occidente al hacer énfasis tanto en el trabajo artesanal chino como en las tendencias del presente.
Al entrar al área del desfile se encontraba un gran sol al fondo de lo que era una pasarela en “u” en medio de un cuarto negro. Sonaba música electrónica bajo una iluminación roja, al mismo tiempo cerca de la entrada estaba el símbolo de la diseñadora
frente al cual llegaban invitados importantes para tener su foto tomada por la prensa. En medio de esta secuencia de luces y música había un sin fin de cámaras tomando fotos de algunos otros invitados y haciendo entrevistas a lo largo la sala mientras que otros buscaban el número de sus asientos.
Poco después de encontrar mi asiento la música paró, lo cual significa que el show estaba a punto de comenzar. Algunos asientos libres en primera fila fueron tomados rápidamente por las últimas personas en entrar y por todas aquellas que lograron tomar uno lo más rápidamente posible, lección que aprendí para el futuro, ya que muchos invitados no llegan. Apenas la música terminó las luces cambiaron de rojo a blanco y antes de que pudiese poner la cámara de mi teléfono, la primera modelo ya iba pasando frente a mí. Ver a las modelos pasar fue exactamente aquello que había imaginado que el desfile sería, excepto que en vez de caminar a cinco estas iban a cien por hora. Escasamente me quedaba tiempo de terminar de ver un atuendo mientras que el siguiente ya pasara, y ni se diga de tomar fotos, de todas las que intenté dos quedaron bien.
Los atuendos de este desfile eran en tres gamas de colores: blanco, negro y rojo. Para esta temporada la diseñadora se inspiró en la mitología, específicamente en el personaje de las mujeres “Hmong Miao” del sud-este de China.
Las telas bordadas de las piezas de la colección representan el vínculo materno entre madre e hijos puesto a que la imagen de estas características mujeres es con un bebé en sus brazos.
Entre los diferentes atuendos, la mayoría eran vestidos con una serie de cinturones atados a estos y algunas chaquetas oversized. Muchos de los conjuntos eran en telas como organza, satín, algodón y encaje, todas dejando un aire de glamour y misterio para
esta colección; donde no solo reafirman el vínculo entre Este y Occidente, sino que resaltan la sofisticación de siluetas tradicionales y el rojo que tanto es apreciado por la cultura china como símbolo de felicidad y alegría.
Parte de la mitología en la cual se inspiró Shiatzy Chen para esta colección viene también de animales fantásticos tales como el fénix y la mariposa las cuales se podían apreciar en el bordado de las telas, al igual que la figura del sol en los patrones de las chaquetas. Entre los accesorios resaltaban cristales de Swarovski, collares, brazaletes, aretes y logos combinados junto a botas militares, cinturones en forma de lasos y bolsos. De cierta manera los atuendos eran muchas veces clásicos en silueta pero con un toque de sport al combinarlos con botas dándoles una apariencia más moderna y fresca.
Antes de darme cuenta, el show estaba por terminar, salió la última modelo y luego en fila el resto, rápidamente logre filmar un video de los looks para compensar por las fotos que no logré tomar. Después, las modelos regresaron al backstage, salió Shiatzy tres segundos, sonrió y se fue. Al instante todas las personas se pararon y dejaron el lugar en cuestión de segundos como si nada hubiese pasado mientras tanto yo seguía intentando comprender qué fue todo lo que había pasado.