Fotos: Juli Saenz
Un artista siempre mezcla los estilos de distintas épocas, distintos países, técnicas para encontrar su propia voz. Al ver las obras de Jaume Plensa, se ven las referencias que utiliza de literatura, poesía, ritmos musicales, fundamentos de religión y pensamiento.
Estas imágenes pertenecen a su exposición en el MACBA, una retrospectiva de 40 años de trabajo, cuyo tema central es «volver a escucharnos a nosotros mismos».
Uno de los artistas plásticos españoles más importantes, Plensa fue elegido para poner una de sus esculturas en a Bahía de Barcelona.
En su variable estilo, ha experimentado también con el dibujo, escenarios para ópera, videoproyecciones o instalaciones acústicas. Mundialmente es conocido por sus grandes esculturas formadas por letras y números.
Sobre esta última muestra Jaume le concedió una entrevista al https://www.elperiodico.com en la que habla del valor del arte y la influencia del cuerpo en sus obras:
«Estamos en un mundo en que se da valor a lo útil, o a lo que creemos que es útil. Y el arte es cero útil, por eso es tan necesario, aunque suene a paradoja. Porque el arte va impregnando la sociedad lentamente, como la lluvia va mojando la tierra hasta que un día algo florece. Hasta que llega un momento en que las obras de arte forman parte ya de nosotros sin darnos cuenta, sin que hayamos reflexionado sobre ello (…)Yo creo que a lo largo de la vida tenemos unas ideas, muy pocas, y nos pasamos todo el tiempo desarrollándolas. El camino es uno. No hay varias vidas, hay una. Y esta vida va describiendo círculos, pero no en paralelo, en espiral. A mí siempre me ha ido mejor cuando mejor he entendido mis límites. Cuando sabes dónde acaba tu geografía entiendes mejor la geografía de los otros y puedes intentar explorar esos otros territorios. Lo que mejor conozco es mi cuerpo, no solo el exterior, también el interior. A partir de aquí he desarrollado mi obra».