Texto y fotos: Laura Rocha
En el mundo hay museos para celebrar todo tipo de cosas, no sólo arte sino comida, historia e incluso alcantarillas (sí, hay un museo para eso en París). Pero en esta oportunidad tuve la ocasión de ir al museo de ABBA en Estocolmo, el cual celebra la intemporalidad músical de aquellos hits que muchos (probablemente casi todos) conocemos y disfrutamos.
Este lugar, dedicado a ABBA la famosa banda pop de los años setenta, la cual se volvió famosa al ganar el concurso de Euro visión en 1974 hace un recorrido de la historia de sus miembros Agnetha, Björn, Benny y Anni-Frid desde la consolidación de la banda hasta su fin y el después de.
En el museo se pueden apreciar algunas de las icónicas vestimentas del grupo, al igual que distintos fragmentos de su historia incluyendo discos, documentos e incluso espacios dedicados a la reproducción de lugares importantes para ABBA tal como su estudio de grabación, cabañas en el bosque donde compusieron muchas de sus canciones y hasta algunos camerinos de sus tours.
Sin embargo, más allá de los vestigios del tiempo, lo que hace de este museo una experiencia inigualable son las diferentes atracciones que ofrece. Es posible hacer Karaoke, pasar por experiencias digitales en VR y AR para tomar fotos y en subirse al escenario acompañado de los miembros de ABBA.
En fin, numerosas son las oportunidades para cantar, bailar y disfrutar al son de éxitos cómo Mama Mia, Dancing Queen, Take a Chance on me, y muchos más. Lo cual hace de este un lúgar imperdible en Estocolmo.