Stop Art: ¿Quién es Antonio Yemail y qué hace Yemail Arquitectura?
Antonio Yemail: Yemail Arquitectura es un estudio radicado en Bogotá desde el 2007; trabajamos múltiples escalas, formatos y materialidades en proyectos que van desde, instalaciones, proyectos expositivos, edificios culturales, de vivienda y mobiliario..
Yo soy arquitecto, diseñador industrial; estudié en la Universidad Javeriana y estuve en Barcelona un tiempo haciendo mis prácticas y trabajando, al volver trabajo como profesor en el PEI y decido arrancar mi taller a partir de un proyecto dentro del cual hemos ido explorando toda esa variedad de formatos.
S.A: ¿Por qué estudiar diseño Industrial y luego Arquitectura?
A.Y: Yo estudié diseño industrial por una casualidad, yo había desarrollado más habilidades comunicativas y asociadas a la historia y a las ciencias sociales. Ademas que por esos días practicaba el skate y quería estudiar diseño gráfico, pero por cruces de tiempos terminé estudiando diseño industrial.
En la mitad de la carrera conozco al Programa de Estudios Internacionales con Carlos Hernández, una puesta experimental el cual mezcla en un mismo taller a arquitectos, filósofos, físicos, biólogos, músicos y diseñadores. Esto generó en mí una semilla que empezó a crecer hasta que terminé diseño industrial y di el salto a la arquitectura.
En la arquitectura he ido haciendo una regresión teórica e introspectiva de entender finalmente de dónde vengo, porque en mi familia y contexto cercano no existen arquitectos, pero lo cierto es que visto en retrospectiva si he habitado muy de cerca espacios muy singulares y de una arquitectura excepcional: cuando era muy chico vivía en las torres de Fenicia, mi papá trabajaba en el edificio de Obregón y Valenzuela de Telecom, mi madre trabajaba en el aeropuerto de Cuellar, Serrano y Gómez; de alguna manera, todo esto generó y despertó una especie de sensibilidad que trabajo cotidianamente por reconocer y encontrar.
S.A: ¿Cómo ha sido la transformación de pensamiento de Oficina Informal a Yemail Arquitectura?
A.Y: Oficina informal fue el primer proyecto con el que empezamos a trabajar en el 2007, con un nombre retador y que demostrara la energía que teníamos en ese momento; y si era una oficina que tenía un espacio físico y hacía unos encargos más o menos convencionales, peroq entendía en la informalidad o un sistema de estudio y de pensamiento. La informalidad más era en la forma de entender las dinámicas, cómo nos aproximábamos a los proyectos, atendía toda esa energía cotidiana y la manera en la que podía aterrizar en los proyectos.
En el 2015 después de cumplir un ciclo de proceso y anticipándonos a cumplir 10 años es practica, se produce un punto de quiebre y de madurez. Entendí que el pensamiento y el tipo de proyectos no recaen necesariamente en el nombre, que de todas maneras por la confianza o la proyección con cierto tipo de clientes con los que ya estábamos trabajando era mucho más cómodo trabajar en un formato más cercano lo que en ultimas nos interesa: la buena arquitectura.
S.A: ¿Cómo ha contribuido la enseñanza en la labor como arquitecto?
A.Y: En la Javeriana no sentí el cuerpo académico de una escuela, sino en una serie de individualidades que iban desarrollando unos currículos y unos intereses académicos; en ese tipo de facultades dependes mucho de tu intuición y de tus intereses personales, de irlos descubriendo y ser capaz después de hilar una estructura coherente a partir de esos estímulos y las determinadas formas de motivación que un tema o un profesor te producen.
Yo tuve suerte de encontrar talleres que fueron clave: por ejemplo el de vivienda popular y el de Cartagena con Ernesto Moure ha sido muy revelador, y he vuelto a veces a las enseñanzas que me dejó.
Pero particularmente con el proyecto de estudios Internacionales hubo un trabajo muy intenso en la manera de abordar ciudad de la manera más liviana, no de grandes infraestructuras sino más bien de ocupaciones más puntuales, con enfoques más disciplinares y abiertos que me fueron marcando el tipo de trabajo que hacemos hoy.
S.A: ¿Cómo se transponen labor de investigación y el quehacer de la arquitectura?
A.Y: Hay un interés de entender la realidad, de eso se trata la arquitectura, la arquitectura para nosotros es actuar simétricamente con esa realidad, entre más podamos entenderla, descomponerla, todos esos factores que actúan sobre ella pues más cercanos y simétricos podemos actuar. . .
Ahora estoy investigando entre otras cosas el tema de estas arquitecturas de los 40s y 50s, sobre la historia de este barrio que se llama el BCH, que fue un barrio hecho por Cuellar Serrano Gómez en 1938, respecto a un aniversario del cumpleaños de Bogotá, para cuando hacen los Juegos Bolivarianos y hacen la primera fase del Estadio El Campín, en estos terrenos existía el Hipódromo, hay mucho del tejido Urbano de Brunner y quienes se encargan de hacer el desarrollo de vivienda son ellos; lo que nos concentra en el proceso de investigación es la materialidad, las tipologías y con estoy hemos conseguido armar una caja de herramientas para la intervención de este tipo de inmuebles. Esa investigación terminó por informar otra transversal, y es la posibilidad de encontrar modelos asociativos de vida y construcción de vivienda en entorno patrimoniales. Encontrar formas de ir cerrando la brecha entre los créditos leoninos y formas de vida compartida con calidad espacial.
S.A: ¿Qué distingue su arquitectura?
A.Y: Es una pregunta difícil, es una arquitectura que busca actuar en los problemas que nos interesan a todos, más allá de arquitectos somos ciudadanos y yo quiero participar como ciudadano de la agenda pública. De modo que construimos una agenda de problemas que son comunes a mi generación y a mi ciudad.
Todo eso con un base disciplinar muy fuerte, somos muy estudiosos, respetuosos y admiradores de la historia de la arquitectura, pero al mismo tiempo muy abiertos a las culturas contemporáneas y a mezclar a través de los proyectos formas de aproximación que a veces vienen más cercanas al arte, diseño gráfico, a la biología, al cine y pues eso le da un matiz a los proyectos. Para además de entender que en la diversidad existe un hilo conductor para la relacionarnos con la vida. Entender la diversidad como un parámetro extendidos, no solo biológico sino material, cultural, tecnológico. Eso es el mantra de nuestro día a día.
S.A: ¿La arquitectura es arte?
A.Y: Es una pregunta que suena peligrosa en términos de arquitectura por relativa, yo creería que la pretensión como del artista solitario en el que se embarcaron muchos arquitectos en distintos momentos de la historia, al final alejó la disciplina de los problemas de la sociedad y la hizo muy autorreferentes.
La pregunta si la arquitectura es arte, creo es irrelevante para el momento en el que vivimos, la arquitectura hoy tiene una agenda que le implica trabajar de otra manera. Si uno piensa que la arquitectura es arte pero al mismo tiempo el 90% de arquitectura que se hace en un país como Colombia o una ciudad como Bogotá no la hacen los arquitectos, te deja en una posición relativa. Es decir, ¿es la arquitectura que no la hacen arquitectos artistas, arquitectura?.
S.A:¿Cuál es la relación de procesos análogos como el dibujo y la elaboración de maquetas con el proceso creativo final?
A.Y: En los procesos que existen en la oficia hay un kit de herramientas que es bastante diverso; por supuesto que el dibujo es uno, pero de una manera más primitiva o permisiva, la relación con el papel, es como decodificar un pensamiento, una intuición y es en ese primer dibujo donde confiamos se concentren los genes de lo que es el proyecto.
Pero creo en muchísimas otras herramientas, acá trabajamos también con el collage digital, como una herramienta de producción y de pensamiento. Las maquetas, que son la primera construcción de la construcción y que nos permite pensar sobre la materia, el peso de los edificios, el espacio., pero además construir el relato público del proyecto.
S.A: ¿Cuál es su edificio favorito de Bogotá?
A.Y: Mi edificio favorito de Bogotá lo estoy descubriendo a manera de hobby en Instagram, conforme voy descubriendo proyectos a veces pienso que son los de Camacho y Guerrero, pero de repente me encuentro con uno de Obregón y Valenzuela que me pone a pensar y luego encuentro un edificio un edifico que nunca había visto de Cuellar Serrano y entonces aparecen edificios de vivienda de Triana, un ciclo de descubrimientos que me mantienen muy conectado con la ciudad.
Entonces la dinámica de investigación personal es visitar y revisitar ese momento muy especial de la arquitectura y de la escuela en Bogotá y en Colombia, pero no solamente desde el movimiento moderno, es entender cuál es la tradición de la arquitectura y hay muchísimos ejemplos de edificios potentes y creo que lo que me gusta es el significado que adquieren en conjunto.
S.A: ¿Cómo arquitecto cuando viaja qué es lo que detalla?
A.Y: Los arquitectos y los artistas somos una especie singular a la hora de viajar: somos capaces de recorrer dos horas en bus, una más en tren y 3 hora caminando a la afueras de la ciudad para ir a ver una obra que está cerrada y pero que te produce un deleite increíble…
Personalmente me tracé una meta de conocer todas las capitales de américa Latina a través de la arquitectura, visitando obras de grandes maestros, otras anónimas, facultados , pero también espacios públicos significativos, sitios de exposición, mercados. A veces los mejores consejeros son la música y la literatura que describe una ciudad.
S.A: ¿Cúal es su cantante favorito de la Fania All Stars?
A.Y:A pesar de que la imagen de Hector es de mi total reverencia y culto, es Ismael Rivera.