«En la oscuridad siempre surge lo íntimo».
– Mario Vélez.
Muestra titanesca que genera coherencia entre forma y contenido. Orientada desde la producción plástica de los últimos dos años, esta exposición es la transposición del taller del artista donde la pintura de gran formato, las piezas escultóricas (vitrinas y objetos), dibujo y video, así como un ambiente sonoro que se distribuye en el espacio.
Esta es una reflexión sobre el territorio y el universo, donde otra cartografía imaginaria se despliega entre nuevos planos desplazando las fronteras reales. Piedras, rocas y sus simulaciones, territorios, huevos que parecen planetas, el sonido caso musical que producen las piedras al frotarse entre si, todos ellos parecen desprenderse de sus cuadros creando un diálogo perfecto y configurando lo que es la renovada pintura instalada.
La sala es habitada por una melodía, que se desprende de las piedras de río al rozarse entre sí. Una mano que las empuja delicadamente las ayuda a avanzar: en «Canto rodado» (video e instalación sonora) todo se condensa y «ATLAS» logra su cometido: mantener sobre sus hombros al universo entero. Con este solo show Mario Vélez demuestra una vez más que es un artista integral que domina una técnica tan difícil como la pictórica, pero problematizándola con las exigencias de la contemporaneidad.
Fotos por: María Isabel Restrepo | Texto: Ricardo Arcos-Palma | País: Colombia
Fecha de publicación: Mayo 24, 2016