Al reflejar, voltear, segmentar y desdoblar se generan relaciones entre la construcción azarosa de una estructura: la conexión entre una imagen, la “verdad” que supuestamente contiene, y el sistema de reproducción que la hace visible; y los diferentes sistemas de narración y conocimiento desde los que producimos nuestro universo de sentido, en donde se conectan “hechos” científicos, planteamientos filosóficos y presagios mágicos.
En la exposición Tipología del espejo, Erick Beltrán y Bernardo Ortiz presentan una serie de estructuras, imágenes, textos y diagramas que se construyen en conjunción con el edificio del Espacio Odeón.
La relación entre todas estas formas plantea diferentes lecturas sobre lo que se presenta como realidad o por lo menos como imagen de una realidad. En esa medida, el proyecto es una manifestación de un doble, de un reflejo que permite ver un universo dentro de otro.
El espacio que se pliega sobre sí mismo y así crea un nuevo espacio, una suerte de repetición o desdoblamiento que genera una nueva realidad.